PSICOEDUCACIÓN: EL ROL DE LOS PADRES EN EL TRATAMIENTO MULTIMODAL
Para hablar de psicoeducación, un ejemplo sería lo que usted está haciendo ahora mismo, al leer un artículo sobre el trastorno que le preocupa o cualquier libro relacionado con el TDAH. Por lo tanto, se está informando sobre:
· ¿Qué es el TDAH?
· ¿Cómo es?
· ¿Qué rol puede tener la familia?
· ¿Qué rol cumplen los profesionales?
· ¿Qué tratamiento hay y cuáles son sus ventajas y desventajas?
· ¿Cómo debo afrontar los problemas principales?
Implica una adquisición de conocimientos tanto teóricos como prácticos que le permiten afrontar de forma exitosa las exigencias de educar y criar a un niño que presenta un trastorno específico, como el TDAH.
Desde que se demostró mediante diferentes estudios y trabajos de investigación la utilidad de educar a las personas involucradas con pacientes psiquiátricos graves sobre la naturaleza de la enfermedad, los tratamientos en curso, las actitudes favorecedoras y las perjudiciales, se desarrollan los abordajes basados en la psicoeducación.
Los padres han sido el objeto esencial de estos abordajes, aunque no se circunscriben a ellos, sino que deben extenderse a todos aquellos que tienen también un rol como educadores y cuidadores.
Es evidente, que frente a alguna afección médica simple, que se pudiera solucionar tomando un medicamento, los padres tendrían las siguientes tareas que surgen del razonamiento simple y de sentido común:
· Comprender por qué debe tomar “x” fármaco.
· Consentir la administración del mismo.
· Saber cómo administrarlo correctamente.
· Asegurarse de crear con ayuda del médico una percepción positiva por parte del niño acerca del tratamiento.
· Informar de los progresos o falta de ellos al profesional.
· Supervisar el buen uso del tratamiento desde el inicio hasta el final.
· Eventualmente, si la medicación tuviera alguna posible complicación o efecto secundario, deberán conocer a qué prestar atención con el fin de informar al médico y/o suspender el tratamiento para luego utilizar otro fármaco.
En el caso del TDAH, los remedios son de gran utilidad y más aun si se ha acordado con el médico el abordaje farmacológico, siendo necesario tener en cuenta y aprender todo lo que recientemente se ha señalado, porque el tratamiento farmacológico es muy útil pero no hace “milagros”. Por lo tanto, el rol de los padres en el tratamiento multimodal consistirá en ir más allá:
· Garantizar la realización de los tratamientos ya mencionados.
· Crear un ambiente amistoso y “nutritivo” para su hijo a partir de una comprensión del trastorno y adaptando parcialmente la manera de dirigirlo.
· Aprender técnicas de modificación de conducta y de desarrollo de habilidades, tanto de forma directa como en colaboración con otros profesionales.
· Aprender técnicas de comunicación efectiva.
· Mejorar la eficacia significativamente para resolver conflictos que sucederán en el entorno del niño (dentro y fuera de la familia).
· Abogar por el niño en la escuela e intentar formar parte de la misma para promover cambios.
En definitiva, los padres tienen un rol extremadamente valioso y esencial, porque no en vano se considera como un factor pronóstico, la estabilidad emocional de los padres y sus habilidades cognitivas, de comunicación y de diálogo.
Al diagnosticar se clasifica siguiéndose un procedimiento científico y al conceptualizar, se integra el diagnóstico en una comprensión profunda del individuo, de su historia, de su contexto social y familiar para poder intervenir de forma eficaz.
Por lo tanto, una vez que se ha confirmado el diagnóstico, los diferentes profesionales de cada campo de acción, deben proceder a explicar a los padres, “no de manera genérica” sino de forma “específica”, la necesidad de personalizar y precisar el diagnóstico minuciosamente.
Personalizar, significa ir al diagnóstico de la persona: explicar a los padres qué tipo de TDAH tiene el niño, cómo interactúan los síntomas secundarios y los posibles trastornos comórbidos en función de problemas concretos del niño en cuestión, y no de “los niños con TDAH”, y qué rol están desempeñando las situaciones socio-ambientales.
Si diagnosticar es poner un rótulo, personalizar es volver al individuo único e irrepetible al que se debe asistir. En otros términos, personalizar es conceptualizar el caso y no simplemente diagnosticar.
Así es que los padres tienen que convertirse en especialistas de sus hijos, no en TDAH, sino en la manera que el TDAH y cualquier otro trastorno se “personifica” en su hijo.
¿Qué opinas?