TICS Y TDAH ¿CÓMO CONVIENE AFRONTARLOS ?
La palabra tic se usa para designar tanto un signo como un trastorno. Como signo, los tics son movimientos o vocalizaciones repetitivos, estereotipados, involuntarios, bruscos, inoportunos, intempestivos, no propositivos y absurdos. Son bastante fáciles de reconocer, pero bastante difíciles de describir.
Los tics son muy variados, se dividen en motores y vocales o fónicos. Son el trastorno del movimiento más prevalente en el niñ@ (200/10000), y son muy frecuentes en el adulto. Los motores predominan en cabeza, cuello y hombros, pero pueden afectar a cualquier parte del cuerpo. Los fónicos consisten en sonidos en los que predomina el carraspeo y los sonidos guturales, aunque también pueden ser palabras o frases elaboradas. Es posible un cierto control de la voluntad.
En el niñ@, su curso es ondulante, de modo que se alternan fases buenas y malas, de unos 3-4 meses de duración. Las mayores consecuencias de los tics no son físicas, sino motivadas por el hecho de cómo los viven tanto el sujeto como su entorno.
En el 75% de los casos los tics se inician entre los 4 y 10 años de edad. Es raro el inicio antes de los 2 años o después de los 18 años. En estas situaciones debe sospecharse si no se trata de movimientos anormales similares a tics o si son tics secundarios. El cuadro puede iniciarse con cualquiera de entre la variedad de tics, aunque el más frecuente ese el cierre de los párpados.
Ni las estructuras implicadas ni la mecánica por la que se producen están aclaradas. Hay un consenso entre los expertos en que su esencia es biológica y que su base es genética, pero también en que actúan factores epigenéticos, tanto biológicos como emocionales. Su relación con movimientos normales superfluos, como los manierismos e incluso el gesto, es misteriosa. Hay abundantes datos que implican a los núcleos basales, cuya principal función es, según Mink (9), “facilitar las acciones deseadas e inhibir las no buscadas con el fin de prevenir que estas últimas interfieran con las deseadas”. Este fallo en las funciones inhibitorias posiblemente sea el vínculo común con los trastornos tan frecuentemente asociados a los tics, tales como el TDAH o el TOC (Trastorno obsesivo-compulsivo).
La finalidad de escribir el presente artículo es poder brindar a los docentes a través de una serie de consejos en relación con aquellos niños que pueden presentar tics simples de naturaleza motora o fónica, ya sea de forma permanente o transitoria o bien, tics complejos que en el caso de asociarse pueden constituir el Síndrome de Gilles de la Tourette.
Un número significativo de niñ@s con TDAH presentan tics, motivo por el cual, parece necesario y oportuno este sitio para brindar una serie de recomendaciones breves de cómo afrontarlos.
En primer lugar, sería aconsejable comprender que según el conocimiento vigente, los tics son una afección de naturaleza orgánica, que no se deben a dificultades neuróticas, ni a deficiencias educativas de crianza ni a otras tantas explicaciones ambientalistas de creencias pasadas.
El niñ@ que sufre tics, puede, sin embargo, ejercer cierto control sobre ellos con el fin de disminuirlos por tiempos breves, aunque esto habitualmente le causa gran tensión. Por otro lado, las situaciones de exposición y de ansiedad en general pueden incrementarlos e incluso dispararlos.
Por todo ello, es necesario que los docentes sean “capaces de aprender” a detectar cuales son las situaciones dentro del aula que aumentan la posibilidad de que el niño manifieste tics y cuáles le resultan útiles para moderarlos. Sería interesante que estén atentos y observen las situaciones en que el niñ@ debe hablar en voz alta a todo el grupo, escribir, leer, o resolver problemas matemáticos.
Por otro lado, dado que los tics no se curan, aunque muchos de ellos sean de naturaleza transitoria, siempre deben tener en cuenta el abordaje farmacológico para evaluar a nivel médico sus pros y sus contras con el fin de poder valorar sus posibles beneficios. También, es necesario suponer a los efectos del siguiente artículo que el niñ@ presente tics significativos e importantes bajo el efecto de algún fármaco, no obstante, el docente, que tenga un niñ@ con tics leves que no requiera tratamiento farmacológico sí que podrá beneficiarse de los mismos.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, es necesario exponer a continuación las “RECOMENDACIONES EDUCATIVAS” con la única finalidad de poder afrontar con cierta garantía el tratamiento de los tics en el aula:
·Ignore los tics en la medida de lo posible. No los observe y no haga comentarios sobre ellos, ya que tal actividad los hará incrementar.
·Si el niño tiene un “ataque” intenso de tics que le impiden seguir pertinentemente en el aula deben permitir que se retiren a algún sitio tranquilo y con supervisión. Aunque esto, nunca debe interpretarse como un castigo (aislamiento o time out) sino como una oportunidad que se le ofrece para relajarse.
·En las tareas de escritura, lectura y evaluaciones es necesario proveer tiempo extra para afrontar las actividades y/o asegurarle que dispondrá de él si no ha terminado el trabajo como producto de tics tales como: cabeceos, guiños, contorsiones, etc. Una acomodación tan sencilla y simple como esta, ha demostrado su eficacia para mejorar significativamente el rendimiento de estos niños.
·En algunas ocasiones los niños deben ser evaluados en un espacio aparte.
·En muchas ocasiones deben ofrecer información a los compañeros del niño con tics de la naturaleza del trastorno. Enfatizando que se trata de movimientos involuntarios y que le ayudarán aceptándolo de manera natural. La comprensión del grupo de compañeros deberá llevar a que sean capaces de “ignorar” los tics y eviten hacer chistes.
·Si el niñ@ con tics es molestado a causa de ellos, el docente debe tener siempre una intervención activa.
·En ocasiones, los tics dificultan seriamente que el niñ@ pueda prestar atención durante las explicaciones en el aula, por lo tanto, puede ser útil evaluar alternativas: si leer para el niñ@ por sus continuos cabeceos o guiños es difícil, pueden utilizarse reproducciones grabadas que la familia u otro niñ@ graben para él/ella o le lean. Es esencial ser cautos con esta recomendación porque muchos niñ@s con tics quieren ser como los demás y se pueden resentir en situaciones como esta.
·Cuando los niñ@s presentan tics fónicos deben llegar a un acuerdo con él, si se le ha de pedir que lea en voz alta delante de los compañeros. La actividad, ocasionalmente, puede hacerse a solas aunque por otro lado no deben olvidar el ser creativo en otras formas de lectura grupal (leer en coro) son muy útiles y no interfieren tanto en la conducta del niñ@.
·En el caso de que los tics le impidan escribir de manera apropiada en las asignaciones prolongadas, en las evaluaciones pueden recurrir a combinar métodos orales y periódicamente, permitir que un compañero tome notas por ejemplo con un papel de calco.
·Un niñ@ con tics, especialmente cuando se presenta de manera frecuente e intensa, va generando y acumulando rápidamente tensión, por lo tanto será necesario realizar descansos durante los cambios de tareas, ofreciéndole la oportunidad de salir del aula para buscar algo: libros, mapas o materiales de cualquier tipo.
·En las situaciones que demandan o precisan quedarse quietos y callados, estos niñ@s habitualmente se sienten presionados con facilidad e incrementan los tics, como por ejemplo en la biblioteca, en actos públicos, etc., por lo que en la medida de lo posible se le debe permitir eximirse de participar en estas actividades.
·Prestar atención a los efectos del tratamiento farmacológico y a cómo se distribuye durante el día es de vital importancia, ya que muchos fármacos cuánto mejor neutralizan los mismos, más afectan al comportamiento cognitivo del niño originando que disminuya el nivel de alerta, somnolencia, etc.
·En muchas ocasiones, algunos niñ@s tienen como tic la tendencia compulsiva a tocar, golpear objetos o tocar personas.
·Es esencial ser tolerantes siempre porque los tics en ocasiones no responden bien a ningún tratamiento.
Partiendo del hecho de que se ignora demasiado acerca de los tics, el futuro ha de aportar obviamente, grandes avances. Teniendo en cuenta la estrecha relación del tic con los trastornos neuroconductuales, tales como el TDAH, las obsesiones y la conducta oposicionista, estos avances se extenderán más allá del propio tic.
Por todo ello, y con la finalidad de abrir una vía a la reflexión, es preciso enumerar algunos aspectos enigmáticos de los tics:
· ¿Por qué tienen oscilaciones periódicas tanto en frecuencia como en intensidad?
· ¿Por qué cambian su morfología?
· ¿Por qué predominan en el sexo masculino?
· ¿Por qué medios la voluntad accede a su control?
· ¿En qué consiste el probable desequilibrio de neurotransmisores?
Todos esperamos las sorpresas que nos deparará la naturaleza cuando descubran las bases genéticas, pero no deja de ser sorprendente que a pesar de los importantes avances en los recursos y estrategias para su descubrimiento no se hayan aclarado aún en algo tan buscado y común como puede ser este trastorno.
¿Qué opinas?